A continuación se muestra una comparación de la densidad energética y el ciclo de vida de las baterías de fosfato de hierro y litio (LiFePO4) :
Densidad de energía
Baterías de fosfato de hierro y litio (LiFePO4):
Densidad de energía gravimétrica: normalmente varía entre 90 y 160 Wh/kg.
Densidad de energía volumétrica: generalmente alrededor de 220 a 350 Wh/L.
Baterías de iones de litio (Li-ion) (NMC, NCA, etc.):
Densidad de energía gravimétrica: normalmente varía entre 150 y 250 Wh/kg.
Densidad de energía volumétrica: generalmente alrededor de 300 a 700 Wh/L.
Resumen: Las baterías de LiFePO4 tienen una menor densidad energética en comparación con otros tipos de baterías de iones de litio. Esto significa que almacenan menos energía por unidad de peso y volumen.
Ciclo de vida
Baterías de fosfato de hierro y litio (LiFePO4):
Ciclo de vida: generalmente varía entre 2000 y 5000 ciclos, con algunos informes de hasta 10 000 ciclos en condiciones óptimas.
Baterías de iones de litio (Li-ion) (NMC, NCA, etc.):
Ciclo de vida: generalmente varía entre 500 y 1500 ciclos, y algunas químicas avanzadas alcanzan hasta 2000 ciclos.
Resumen:
Las baterías de LiFePO4 tienen una vida útil significativamente mayor en comparación con otros tipos de baterías de iones de litio. Esto las hace más duraderas y adecuadas para aplicaciones que requieren ciclos frecuentes.
Puntos clave
Densidad de energía:
LiFePO4: Menor densidad energética (90-160 Wh/kg, 220-350 Wh/L).
Otros Li-ion: Mayor densidad energética (150-250 Wh/kg, 300-700 Wh/L).
Ciclo de vida:
LiFePO4: Mayor vida útil (2.000-5.000 ciclos, hasta 10.000 en algunos casos).
Otras baterías de iones de litio: Vida útil más corta (500-1.500 ciclos, hasta 2.000 en algunos casos avanzados).
Aplicaciones
Baterías LiFePO4:
Se utiliza a menudo en aplicaciones donde la seguridad, la larga vida útil y la estabilidad térmica son fundamentales, como vehículos eléctricos, almacenamiento en red y sistemas de energía portátiles.
Otras baterías de iones de litio:
Se utiliza generalmente en aplicaciones donde una mayor densidad energética es crucial, como en productos electrónicos de consumo, ordenadores portátiles y algunos vehículos eléctricos.
Al considerar estos factores, puede elegir la tecnología de batería adecuada según las necesidades específicas de su aplicación.